En San Rafael, Mendoza, ocurrió un hecho tan inusual como desconcertante: un desconocido ingresó a una estación de servicio y se llevó el inodoro del baño. Literalmente. No el espejo, no el secador de manos… el inodoro.
El hecho sucedió cerca de la 1 de la mañana en la esquina de Mitre e Italia. Según la denuncia policial, el ladrón actuó con total tranquilidad: desmontó el artefacto sanitario, lo cargó (con una dignidad envidiable, suponemos) y se retiró como si nada. El empleado del lugar, de 63 años, descubrió el faltante poco después, probablemente preguntándose si había visto mal o si el baño se había independizado.
Lo cierto es que la policía investiga el hecho, mientras en redes sociales ya se barajan teorías: desde una posible obra en casa hasta el inicio de una banda especializada en «plomería express».