Un choque, de los tantos que ocurren a diario, tuvo detalles insólitos y un detenido que pasó la noche en la cárcel de Batán. Es que un coche impactó contra un árbol y cuando la policía llegó al lugar, descubrió que tanto el vehículo accidentado como el del amigo que había llegado en su ayuda, eran robados. Encima los dos se intentaron escapar, y al ser atrapado uno de ellos hallaron un arma de guerra dentro de su auto.
El insólito accidente ocurrió este martes por la tarde, cuando personal policial de la Subcomisaría de Parque Hermoso llegó a Catriel y San Cayetano por un llamado al 911 que alertaba sobre un vehículo que había colisionado contra un árbol. Al arribar al lugar, los efectivos se encontraron con un escenario extraño.
Es que había un Renault Sandero color rojo chocado, pero también un Volkswagen Gol verde, que había asistido en su ayuda. Al intentar identificar a los dos conductores, emprendieron una fuga, pero personal del Gabinete Técnico Operativo y el Segundo Jefe de la misma dependencia policial acudieron en apoyo y pudieron aprehender a uno de los hombres, de 21 años, en calle Catriel al 10.650. El detenido dijo que estaba trabajando como remisero, y que los dos vehículos eran suyos, intentando cubrir a su cómplice.
La segunda sorpresa llegaría al buscar los datos de los coches en el sistema informático, ya que arrojaron que el Volkswagen tenía un pedido de secuestro activo del 25 de enero a solicitud de la Comisaria 2°, mientras que el Renault contaba con un pedido de secuestro activo del primero de enero en la Comisaría 16°, y ambos vehículos tenían al momento del accidente patentes apócrifas colocadas.
La fiscal María Isabel Sánchez autorizó la requisa de urgencia para el Sandero y allí los efectivos secuestraron un revólver marca Tranque, calibre 38 largo, con 4 municiones intactas. Tras la inspección sobre el auto, la autoridad judicial ordenó el traslado del joven de 21 años a la Unidad Penal N° 44 de Batán, en una causa por Encubrimiento y portación ilegal de arma de guerra.
