Una joven emprendedora apostó por unos «waffles» donde los productos tienen forma de pene. Su creadora, Merlina Scaliter, respondió a las críticas con un descargo en redes en el que pidió respeto, empatía y libertad para innovar.

Merlina Scaliter dueña del emprendimiento Bocallena
En San Miguel de Tucumán, la joven emprendedora Merlina Scaliter llamó la atención de sus vecinos con un proyecto poco habitual: una waflería llamada Bocallena ubicado en Santa fe 392, donde los waffles, exclusivamente para mayores de 18 años, tienen forma de pene. La idea, según explica Merlina, surgió de un viaje a Europa donde conoció el formato y decidió implementarlo en su provincia
La propuesta no tardó en generar reacciones fuertes en una provincia que muchas veces se considera más conservadora. Las críticas llegaron rápidamente: vecinos que se horrorizaban ante la idea, comentarios negativos y deseos de que el emprendimiento se vaya a la quiebra. Frente a ello, Merlina publicó un extenso descargo en sus redes sociales, dirigiéndose directamente a quienes la atacaban.
En su mensaje, Merlina escribió:
“Hola, soy Merlina Scaliter, dueña de @bocallena1 y @brujas_lenceria1. Quiero contarles un poco de lo que estoy viviendo estos días. Estoy recibiendo comentarios hermosos y comentarios muy maliciosos. … No sé si esto va a funcionar o no, si me iré en quiebra o no. La verdad es que no me interesa. Ya cumplí el sueño de abrir esta waflería y generar algo: polémica, conversación, trabajo para otras personas. … Por qué buscar dañar al otro cuando no obligo a nadie a consumir mis productos … simplemente creo algo, motivando. … Les hablo desde lo más profundo de mi corazón: seamos un poco empáticos. … De verdad, hay gente que no puede crear ni emprender porque lee estos comentarios. Dejemos de juzgar, pongamos innovación, respetemos la libertad de crear y de ser. Si no nos gusta, simplemente no lo veamos, no lo compartamos, pero no dañemos. Gracias. … vivan y dejen vivir, trabajen, hagan algo productivo.”
Merlina señala que detrás de Bocallena hay “mucho esfuerzo y corazón”, que su intención es generar trabajo para otras personas, y que lo que hace no daña a nadie. También relata que el proyecto surgió tras vivir en Europa, donde conoció el concepto de waffles con forma fálica, y decidió llevarlo a Tucumán con una restricción clara: sólo mayores de 18 años pueden consumirlos.
La joven emprendedora confiesa que no sabe cuánto va a durar el proyecto ni si será económicamente viable, pero sostiene que “ya cumplí el sueño de abrir esta waflería”. En ese sentido, resalta que lo que realmente le preocupa es el impacto social de la crítica malintencionada hacia quienes se animan a emprender.
La inauguración de Bocallena, con sus waffles irreverentes y una propuesta que rompe esquemas en la provincia, puso sobre la mesa distintos temas: la libertad de emprender, los prejuicios sobre lo provocador y lo artístico, y la polarización entre innovación y conservadurismo.
