Carlitos Balá cumpliría 100 años

Este 13 de agosto, Carlitos Balá, uno de los grandes íconos del humor y la televisión infantil argentina, cumpliría 100 años. Su humor blanco, absurdo y lleno de ternura dejó una marca imborrable en varias generaciones, y sus frases se volvieron parte del habla cotidiana de chicos y grandes.

Balá tenía un talento único para jugar con las palabras, crear gestos memorables y generar complicidad con su público.

Algunas de sus expresiones más recordadas incluyen:

  • Sumbudrule: a modo de complicidad con un tercero que advertía el gesto que hacía a espaldas de otro,
  • Ea-ea-ea pe-pé
  • Y, dígame… meeeee (imitando el sonido de una oveja).
  • El chupete es… “Feo”: acá la respuesta venía de parte de los niños presentes en el show, generalmente anticipando la llegada del famoso “Chupetómetro”.
  • ¡Mirá cómo tiemblo!
  • ¿Mamá, cuándo nos vamo’ : Carlitos usaba aquí una voz aniñada para indicar aburrimiento ante la actriz que hacía de su mamá.
  • Fabulósico: Balá convertía palabras graves en esdrújulas agregándoles el “ósico”
  • Zazaza zazaza: su particular forma de reírse en lugar del típico “ja, ja”.
  • Tá-ta Ta-tá-ta: acá se generaba un maravilloso ida y vuelta con los niños que respondían con la misma cadencia: “Ba-lá”
  • Quédese tranquilo y duerma sin frazada.
  • Pero escúcheme una situación señor
  • Un kilo y dos pancitos: la utilizaba para afirmar que las cosas estaban bien,
  • Un gestito de idea: la frase despertaba la complicidad de los niños que se sumaban a su emoción ante efectivamente, la certeza de que había tenido una buena idea.
  • ¿Qué gusto tiene la sal?: quizás, la más popular junto con el Ba-lá, y a la que los niños respondían gritando: “¡Salado!“.
Carlitos Balá y su icónico "gestito de idea". (Foto: Instagram / carlitosbalaoficial)

Carlitos Balá no solo hizo reír, sino que construyó un lenguaje propio, lleno de ternura, creatividad y magia. Sus frases y gestos siguen vivos en la memoria de quienes crecieron con él, recordándonos que el humor inocente y generoso puede trascender generaciones.